
Dejando aparte consideraciones utilitarias, probablemente sea la motocicleta una máquina para el placer , al menos en nuestros días. Razón de más, pues, para encontrarle sobrados vínculos con esos grandes placeres , o placeres convencionales, bien sea en su forma explícita o en su concepto (el ocio, la gastronomía, el turismo, el erotismo...). De todos ellos participa la motocicleta y al contrario, son ellos quienes toman prestadas sus capacidades, son ellos quienes integran sus cualidades, sus posibilidades y sus contextos hasta conformar esa perfecta simbiosis de partes heterogéneas que funcionan armónicamente. Ahora para que elegir un placer y no otros si podemos tenerlos todos, algunos motoqueros dejan de lado a sus mujeres por la moto, !!vamos¡¡¡, no nos neguemos al placer ¿por que no? motos y mujer o mujer y motos.